El ecoturismo es una de las actividades turísticas que mayor crecimiento ha tenido en las últimas décadas y actualmente es una fuente de ingreso muy importante para algunos países, generando millones de dólares en divisas. Se basa en principios tales como el respeto hacia los espacios naturales y las comunidades que los habitan, la generación de experiencias en contacto con la naturaleza y la búsqueda de la conservación de los paisajes y la vida silvestre.
Además, la práctica del ecoturismo promueve el desarrollo sustentable (o sostenible), el cual se genera mediante la optimización de los beneficios sociales y económicos en el presente sin comprometer el potencial para obtener beneficios en el futuro.
El avistamiento de aves o “birdwatching” es una modalidad de ecoturismo con un importante impulso en los últimos años. Esta actividad surgió en Inglaterra y rápidamente se expandió hacia otros países de Europa y Estados Unidos, con millones de personas que la practican en la actualidad, muchas de las cuales incluso viajan hacia otras partes del mundo para realizarla. Al igual que otras actividades ecoturísticas suele ser utilizada como una herramienta de educación ambiental, al generar conocimiento sobre las áreas naturales y las especies que en
ellas habitan, fomentando la importancia de la conservación de las mismas.
El elemento esencial para observar aves es el binocular o prismático, existiendo muchos tipos de ellos según su aumento y su campo visual. Los más utilizados son los de 7 x 35, 8 x 40 o 10 x 50. Otros objetos de utilidad son la libreta de campo o las “checklists” (listas para la verificación de especies) para registrar las anotaciones y otros datos vinculados a la observaciones. Con el apoyo de una guía de campo resultará más fácil reconocer las diferentes especies observadas. Otros elementos no imprescindibles pero que muchas personas acostumbradas a salir a observas aves utilizan son la cámara fotográfica y la grabadora (a veces el propio celular) para registrar cantos y vocalizaciones.
Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son los mejores momentos del día para observar aves y la primavera es la época del año ideal para realizar esta actividad ya que la mayoría de las especies se encuentran más activas por encontrarse en la temporada reproductiva.
Sudamérica es el continente con mayor cantidad de especies de aves en el mundo y Uruguay no escapa a esa realidad. A pesar de no contar con una gran extensión territorial (en comparación con otros países del continente) en nuestro país han
sido registradas hasta el momento más de 500 especies de aves, lo que representa una cifra importante.
Son varios los sitios del país donde se puede practicar el avistamiento de aves y, pese a ser el departamento más pequeño y concentrar a más de la mitad de la población del Uruguay, Montevideo también presenta sitios propicios para el avistamiento de aves, por ejemplo en su zona costera, fundamentalmente en el Faro de Punta Carretas.